Un viaje por… Barcelona
Dicen que es la ciudad más cosmopolita de España, puede que estén entre las más modernas de Europa, lo que la hace realmente incomparable es su arquitectura. ¡Bienvenidos a Barcelona!
Los iberos, los romanos, los visigodos y los islámicos… Las diversas civilizaciones que han ocupado a lo largo de la historia el territorio de Barcelona han ido dejando parte de su legado artístico y arquitectónico. La primera época de esplendor del arte catalán vino de la mano del estilo románico y gótico, durante la Edad Media. Con el paso de los siglos, ya en la Edad Moderna, la ciudad derribó sus murallas medievales para expandirse, lo que permitió crear célebres edificaciones para acoger importantes eventos como la Exposición Universal de 1888 y la Internacional de 1929. En esta época brilla con luz propia un genio de la arquitectura, Antoni Gaudí, cuya impronta sigue dotando de un carácter propio e incomparable a Barcelona.
Con el siglo XX llegó la vanguardia y la modernidad. Se crearon los primeros diseños sostenibles y ecológicos, que hicieron a Barcelona merecedora de importantes reconocimientos como la Medalla de Oro del Real Instituto de Arquitectos Británicos (RIBA) en 1999 y el premio de la Bienal de Venecia en 2002.
La ciudad condal cuenta con cientos de edificios y rincones de ensueño por visitar, pero podríamos destacar los siguientes por su relevancia histórica, turística y en algunos casos por su peculiaridad.
Templo expiatorio de la Sagrada Familia
Es uno de los iconos de ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Gaudí comenzó su construcción en 1883, tras heredar el proyecto inicialmente encargado al arquitecto Francesc de Paula Villar. Este templo presenta la vida de Jesús y la historia de la Fe a través de cinco naves, crucero, ábside, deambulatorio exterior, tres fachadas y 18 torres que representan a Cristo, la Virgen, los 12 apóstoles y los 4 evangelistas. Como no podía ser de otra forma, el arco catenario, las columnas inclinadas y las bóvedas de hiperboloides, recursos constructivos típicos del maestro, están presentes. Es el proyecto más complejo y singular de su carrera y al que dedicó 43 años de su vida, hasta su súbita muerte. Como la obra quedó sin concluir, varios arquitectos continúan trabajando para terminarla siguiendo los documentos originales. El objetivo es finalizar la basílica, consagrada como tal por el papa Benedicto XVI, en el año 2026 durante la conmemoración del centenario aniversario de la muerte de Gaudí.
Pero esta no es la única obra del arquitecto catalán digna de ser disfrutada. Seguro que Casa Batlló, la Casa Calvet y el Parque Güel harán las delicias de los visitantes.
La Torre Agbar
A muchos les recuerda a la Torre Swiss Re. de Londres (“el pepinillo”) construida dos años. A pesar de tener una forma bastante parecida, sus 142 metros de altura se iluminan de noche gracias a más de 4.500 dispositivos luminosos. Diseñada por Jean Nouvel, cuenta con 38 plantas de las cuales cuatro están situadas en el subsuelo. La superficie exterior está hecha de aluminio de distintos colores, de vidrio en forma de chapa lacada y de lamas con distintas inclinaciones y opacidades. Todo esto hace que en función de la incidencia del sol, según la hora del día y la estación del año, la tonalidad de la torre varíe. En la parte inferior predominan colores cálidos como el rojo, que poco a poco se van enfriando hacia tonalidades azules.
Mercat de Santa Caterina
Su nombre procede de su ubicación, y es que el convento de Santa Caterina se reconvirtió durante la postguerra en centro de provisiones y con el paso del tiempo, en el actual mercado de alimentación. Su tejado ondulado y colorista, pensado para ser contemplado desde las alturas, lo han convertido en el primer mercado cubierto de la ciudad. Una estructura de madera une el tejado y un gran mosaico de piezas de cerámica de colores, que representan frutas y verduras, rompe el carácter tradicional de este edificio.
Catedral de Santa Eulalia de Barcelona
Está situada en el Barrio Gótico, el núcleo más antiguo de la ciudad, frente a la plaza de la Seo, donde se conserva parte de la primera muralla. De estilo gótico, se edificó sobre la antigua catedral románica, construida a su vez sobre una iglesia visigoda, que se edificó sobre una basílica paleocristiana, cuyos restos se exponen en el Museo de Historia de la Ciudad. La catedral alberga el templo y el claustro, está formada por tres naves y cuenta con 17 capillas. Ha sido declarada Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico-Artístico Nacional.